Hola,
Después de leer este texto sobre la gasolina (en el que se propone no comprar en Repsol ni Cepsa sino en otras marcas) se me ocurren  algunas reflexiones, que espero no molesten a los promotores del  texto... son sólo unos comentarios.
Lo importante es como valoramos un combustible que tiene una fuerza impresionante y que estamos derrochándolo.... 
Si lo único que nos importa es que nos lo dejen barato, vamos apañaos.
Es  decir, si no somos responsables (y no lo somos en absoluto), cuanto más  barato lo que significa es más consumo... antes nos quedaremos sin ese  precioso combustible, y mucho más grave, más rápido nos acercamos a  tener una atmósfera irrespirable.
Si nosotros sólo nos preocupamos por que las empresas petroleras 
compitan  entre sí para bajar los precios, tal como está la ética de este sistema  de ganar cada vez más (porque si no es un fracaso, nos dicen), alguien  lo va a seguir pagando, y no precisamente con monedas... más 
bien con sufrimiento, desaparición, destrucción, muerte.
Mirar  lo que ha pasado por ejemplo en Islandia: los principales bancos del  país ofrecían un 20% de intereses a los clientes de ciertos productos  financieros. ¿De dónde podían sacar tales beneficios para sus clientes?  Los clientes estaban tan contentos. Pero la realidad es que era ficticio  y los bancos no eran capaces de generar esos rendimientos. Y al cabo de  un tiempo la burbuja se pinchó, y el país con la sociedad más acomodada  del mundo, quebró.
Y en España... la burbuja inmobiliaria. Y hoy  camino de los 6 millones de desempleados. Sin embargo, los pudientes  cada vez poseen más.
Es decir, la problemática es más profunda  que luchar por los precios. Tiene que ver con el modelo de relaciones  que permitimos que siga dominándonos. Tiene que ver con el nivel de  consumo al que hemos llegado, que es insostenible para el desarrollo  armonioso de la vida, empezando por la propia salud de las personas  (medio planeta obeso y saturado, y el otro medio muerto de hambre y sin  tener nada que hacer).
Podemos reducir el consumo, disminuyendo la velocidad por ejemplo. 
Y usando más la bicicleta, las piernas, los transportes colectivos. 
Podemos compartir trayectos y vehículos, ahorrando asi en gastos de seguros y costes fijos como piezas y talleres.
Podemos informarnos sobre energías renovables e intentar aplicarlas en nuestras viviendas... en nuestro entorno.
Podemos  informarnos sobre como afecta la extracción de petróleo, carbón y gas  en los ecosistemas (incluído el humano) alli donde está sucediendo  (Amazonia, Nigeria, Irak, Venezuela, Rusia, Argelia...).
Y por  supuesto, podemos empezar a aportar nuestro granito de arena para  modificar el rumbo en general... y en este caso, el modelo energético.
Buen día,
Óscar
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